VELA ADAPTADA EN BLANES
 
UN LARGO CAMINO PARA HACER REALIDAD UN SUEÑO
 
El año 1991 el Sr. D. Simón Schwartz toma posesión del cargo de presidente del Club Vela Blanes. Un año después, durante el año de las Olimpiadas de Barcelona, la RFEV y la FCV reconocen y homologan nuestra Escuela de Vela. Pero no será hasta el año 98 en que se empezará a hablar de la vela adaptada en nuestro Club.
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En una reunión mantenida con el concejal de Hacienda y Turismo del Ayuntamiento de Blanes, el presidente del Club Vela Blanes, D. Simón Schwartz, el concejal D. Salvador Pont y el medalla de plata paralímpico, el Sr. Paco Llobet, se propuso crear en el Club una sección de vela adaptada para disminuidos físicos. El Ayuntamiento se haría cargo de la organización, el Club aportaría la infraestructura con sus instalaciones y embarcaciones, mientras el señor Paco Llobet se haría cargo de los monitores especializados en vela adaptada, informando al Club de las modificaciones a realizar en obra civil y adaptación de los barcos escuela: raqueros.
 
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Es precisamente el año 98, el año en que el Club hace latentes sus inquietudes hacia el tema, el año en que la Federación Catalana de Vela, de la mano de Victoria Fumadó, crea la Secretaría de Vela Adaptada en Cataluña. El Club había cogido el tren por aquel entonces de forma paralela a la FCV pero el tren de la vía del Club Vela Blanes no llegó a salir. Aquel bueno guión de película quedó en el cajón. Recuerdo que por aquel tiempo, después de incorporarme al área deportiva del Club, el gerente D. Carlos Ramos intentó volver a reactivar el tema. Sólo la vela escolar abrió el camino.
 
A lo largo de estos años experiencias como el caso de Arenales o la Escala han servido para entrever que la actividad física adaptada, propia a todas las personas que necesitan en un momento u otro una actuación diferente de la estandarizada, para cubrir una necesidad especial y acceder al aprendizaje de una actividad; ha ido los últimos años implantando las raíces en una sociedad que cada vez más reconoce la importancia de la educación, y la actividad física y corporal como elementos imprescindibles de salud.
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Teniendo presente la premisa principal que en el deporte de la vela, quizá más que en ningún otro, supone que las satisfacciones que el medio donde se ejecuta son para el individuo un estímulo excepcional. Trabajar en una línea integradora, favoreciendo e incentivando la práctica del deporte náutico, han supuesto para todas aquellas personas incapaces de atenderse por ellas mismas, debido a su minusvalia física, un auténtico punto de inflexión que en nuestro caso tiene como objetivo transmitir a todo el mundo el amor por la mar.
 
En el año 1968 nace Aspronis a raíz de la iniciativa de un grupo de padres y madres con el objetivo de concienciar a la sociedad de la problemática de las personas con retraso mental y colaborar en el reconocimiento y ejercicio de los derechos de este colectivo; creando y promoviendo centros para dar asistencia a este colectivo y mejorando así su calidad de vida. En la actualidad, dos fundaciones (Fundación Aspronis y Fundación El Vilar) atienden cerca de 500 usuarios.
 
Blanes3El Club de Vela Blanes, con más de 65 años de historia “había tenido un sueño” una bonita historia que por fin ha visto la luz. La iniciativa que había quedado frenada, la máquina de tren que no se había puesto en marcha a finales de los años 90, lo hacía ahora en el siglo XXI. Finalmente este 2009, Alberto, Marta, los Jordis, Ivan, Pablo, Joan o Romano (los auténticos protagonistas) están haciendo realidad sus propios sueños y los nuestros también. Practicando un deporte que tienen al alcance y siendo participes de experiencias únicas (conociendo un nuevo entorno como el Club, visitando el Salón Náutico de Barcelona con Juanmi, etc.). El empujón de excelentes amigos como Xavier Olmos, de presidentes como el de nuestro club, el Sr. Amadeu Nualart, de la Marina, Ester y como no de Juanmi y Pepelu, han hecho realidad esa cita de M. Lutter King: “Ayer tuve un sueño...”
 
No ha sido fácil, a pesar de la insistencia, las reuniones con Arenys, con Aspronis, el “no encontrar el momento”; en resumidas cuentas, finalmente se ha convertido en una realidad. Los martes por la mañana el barco de los “Piratas de Blanes”, hemos sustituido la máquina de tren por la vela, sale a navegar por la bahía de Blanes con la seguridad de que pese a la dureza del camino, ha valido la pena.


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