Los puertos deportivos de Mallorca sufren caídas de hasta el 30% en la demanda
 
Los responsables del sector esperan llenos durante julio y agosto pero advierten que "dos meses no dan para vivir un año"
 
07/06/2010
 

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Los puertos deportivos de Mallorca han iniciado la temporada turística con caídas en la demanda de amarres que en algunas zonas alcanza el 30%, y que están teniendo un impacto especialmente negativo en la oferta complementaria que rodea estas instalaciones. Aunque se da como seguro que se repetirá el lleno total en julio y agosto, sus responsables señalan que "dos meses no dan para vivir durante todo el año".
 
Los malos resultados que se han obtenido durante los cinco primeros meses de este ejercicio son reconocidos por los directores de Marina Port de Mallorca, del puerto deportivo de Santa Ponça y de Alcudiamar –Patrick Reynés, Ricardo Ferrer y Bartomeu Bestard, respectivamente–, el primero de ellos también presidente de la patronal de instalaciones náuticas de las islas (ANADE), cargo que igualmente han ocupado los otros dos representantes del sector en etapas anteriores. Los descensos registrados en lo que va de año varían dependiendo de la zona, pero se pueden mover entre el 30% en puntos como Alcúdia al 15% de Palma. El presidente de ANADE reconoce la incertidumbre existente en estas instalaciones, ya que "el invierno ha sido durísimo y para la temporada alta estamos pendientes de las reservas de última hora".
 
Pero si los puertos están registrando este notable deterioro en sus resultados, las actividades que los rodean se están viendo aún más perjudicadas. Por ejemplo, la venta de combustibles ha descendido en Alcudiamar un 50% en los cinco primeros meses de 2010, mientras que en el caso de Santa Ponça se apunta que algunos establecimientos de su oferta complementaria están registrando descensos en su facturación que se acercan al 40%. La situación llega a tal punto que en algunas zonas los inquilinos de estos locales están pidiendo una prórroga en el pago de sus alquileres.
 
Tanto Patrick Reynés como Bartomeu Bestard admiten que uno de los problemas a los que se enfrentan los puertos de las islas es que se han convertido en un producto "caro", en buena medida por la competencia que se está haciendo desde otras zonas del Mediterráneo. Y aunque se da como seguro el lleno en julio y agosto, Bestard no oculta que dos meses buenos son insuficientes para cubrir los gastos de todo un año.
 

SBC / Diario Mallorca

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